Con 7 años en el mercado, Solidaridad Wanka es una asociación financiera familiar que reconoció un mercado inexplorado en la periferia de la ciudad de Huancayo, que los impulsó a expandirse, cuenta con sucursales en Pichanaki y Pangoa. Jaime Paredes Córdova socio fundador está restructurando el negocio gracias a los estudios de administración bancaria en el Instituto Continental y comparte con nosotros su historia.
Para emprender no es necesario más que la idea de negocio. Somos tres hermanos los que apostamos por los microcréditos, Wilmer mi hermano menor contaba con estudios y la experiencia de haber laborado en otra institución del mismo rubro. Para iniciar convocamos a muchos posibles socios, sin embargo para la tercera reunión donde precisaríamos detalles de la apertura de local, nos quedamos solos. Esta circunstancia en vez de desmotivarnos influyó de manera positiva y decidimos iniciar de manera familiar, primero en el centro de Huancayo, con otra razón social. Como necesitábamos personal, ingresó al rubro mi hermana Vilma cerrándose la sociedad. Avanzamos seguros de la meta pero esperamos año y medio para formalizamos.
La zona de Intiwatana es el primer público objetivo que ayudó a crecer este emprendimiento progresamos pese a los comentarios negativos de trasladar nuestra financiera a esta zona, donde no había competencia por ubicación. El modelo de nuestro negocio se acomodó a esta realidad, los préstamos van desde 100 soles y nuestro diferencial se basa en los servicios periféricos que brindamos como el desembolso a domicilio y la cobranza es diaria y en el lugar más adecuado para el cliente, que se realiza solo de lunes a viernes.
El primer reto personal se dio en el 2013 al inaugurar la sede en Pichanaki y el siguiente año en Pangoa. Sin embargo pese a estar en etapa de expansión, el año pasado perdimos el punto de equilibrio, lo que retrasó nuestra visión de expansión a Satipo o el barrio de Palian.
Sin embargo esto nos ha permitido evaluar, restructurar e implementar mejor una de las áreas más difíciles para toda financiera que es el control de mora. Las carteras castigadas son mi especialidad, nuestra estrategia es anular los intereses y fraccionar la deuda junto a un nuevo préstamo. Comenzamos de cero con el cliente, con cantidades pequeñas y solo hay dos oportunidades como máximo para cambiar el hábito moroso, lo que tratamos es de recobrar la confianza en el cliente.
Siempre hay momentos difíciles de afrontar en una empresa, y ello pone a prueba la fortaleza de carácter como equipo, actualmente nos estamos estabilizando porque reaccionamos a tiempo, gracias a una buena comunicación. Como consecuencia cambiamos las políticas internas.
Mi consejo a los emprendedores es que “En finanzas la asertividad y la actitud de servicio son lo más importante para fidelizar al cliente”.