Estudie la carrera de Informática y Computación en el Instituto Continental. Para ello ya estaba casada y con un hijo, por lo que terminar fue un triunfo por los programas y la exigencia. Sin embargo encontrar un trabajo que me permita balancear mi vida familiar con los horarios que exige cualquier trabajo era difícil. Por ello decidí emprender con la venta por catálogos y mi estrategia ha sido conocer muy bien las redes sociales. Actualmente trabajo con más de 300 personas, cuyos ingresos son fruto de sus ventas.
Heredé la tenacidad de mis padres, empecé a vender desde niña, pues teníamos una tienda en Huachocolpa – Huancavelica, yo me dedicaba a la venta y mi mamá a la logística. Cuando empecé la venta por catálogos fue difícil captar promotores, ya que culturalmente no tenemos costumbre de ofrecer productos y la desconfianza al inicio por la calidad de los mismos puede amilanar a cualquiera, otro tema es que mi red no crece boca a boca ya que las mismas vendedoras consideran a otra persona como competencia, eso dificulta el proceso de mayor afiliación.
Sin embargo, la constancia y la calidad de los 6 catálogos que hoy manejo me permiten trabajar de manera independiente y cuidar de mi familia. Actualmente proveemos al estado, desde calzados hasta uniformes de manera corporativa. Para lograr acceder a ventas mayores es necesario mantener presencia y frecuencia en la red, además de ser formales con la SUNAT que es lo más difícil. El trato con mujeres también complica, ya que somos emocionales y solemos traer los problemas al trabajo. Aquí lo importante es tener buen carácter.
Otra estrategia es hacer eventos y capacitaciones por lanzamiento de catálogos que cada 3 meses cambia, nuestra red va desde Churcampa hasta Pangoa. Lo que hay que entender es que si es rentable pues vendemos moda y está en constante cambio.
El centro de emprendimiento me ayuda con las capacitaciones que brinda, ya que me ayudan a actualizarme, en mi caso es difícil por el negocio y mi familia y los encuentros de empresarios son una buena oportunidad para aprender y modificar algunos procesos por otros mejores o más prácticos.
Lo que más me gusta es poder aportar a la economía de otras mujeres que al igual que yo no pueden acceder a un trabajo de tiempo completo por atender a sus hijos, mientras que mi empresa les da la oportunidad de ganar solo con la venta de un producto desde el 20 al 40% del precio de una prenda o calzado tanto de niños, varones y damas.
Quiero decirles a t6odos los emprendedores que lo más importante es perder el miedo, ya que después de ese paso, solo debemos tomar la decisión y comenzar a hacer y siempre perseverar.