“Mi hermana mayor es ingeniera agrónoma, ella aprende la técnica hidropónica y traslada esa experiencia como un pequeño proyecto aquí en el valle, al ser un producto único, no tenemos competencia sin embargo uno de los retos más difíciles fue superar la propia ineficiencia del invernadero, ya que el año pasado a pesar de haber ingresado a supermercados como Vivanda y Plaza Vea, pasando por todos las certificaciones que nos pedían, y en las que tuvimos la orientación del centro de emprendimiento, colapsaron dos de nuestras cuatro cúpulas, por la fuerza del viento. Por ello, este año decidimos invertir el capital familiar para obtener el terreno y reconstruir de nuevo, ya que la demanda es fuerte, esta es una ventaja de ser parte de la red de empresarios, te permite tener otro enfoque y otras oportunidades”, afirma la joven empresaria.
“Lo más importante para cualquier emprendimiento es realmente comprometerse, desde mi espacio me dedico a la parte de gestión contable, en la empresa todos sumamos como familia, pues siempre teníamos desde mis padres el objetivo de emprender y no ser empleados”. Sostiene firme con la nueva presentación de Nutri garden.
Además, nos comentó que este año, y gracias la asesoría necesaria, logró obtener una capital semilla, para el cultivo de fresas hidropónicas en el concurso organizado por Innóvate.
Su consejo a los emprendedores es: “Nunca debemos dejar de soñar con lo que realmente deseamos, la fe es creer en aquello que aún no puedes ver”.