Un equipo es muy importante para crecer, pues la buena organización y complementariedad puede ser la diferencia entre un sueño y un emprendimiento. Esta es la historia de Noemí Oré y Katia Breña. Ambas están en la carrera de Ingeniería Industrial, cursan el noveno ciclo, pero sobre todo tiene fe en CAOLATE, un emprendimiento en base a cacao que viaja desde Satipo a Huancayo para procesarse y convertirse en barras de choco taza, bombones, galletas trufas, y demás productos que las amigas inseparables pueda imaginar. Eso sí todos con un 50% de cacao y que quieren conquistar al paladar más exigente.
No llegan a los 25 años, pero eso no las amilana a competir con empresas como Nestlé o La Ibérica. Aunque iniciaron el año pasado con un molino de mano y una producción inicial de 35 chocolates, este para de amigas ha sabido llevar adelante su emprendimiento gracias al apoyo de familiares como el cuñado de Katia, quien les indicó como debían hacer el molino industrial para empezar, además de fabricarlo por la mitad del costo, y pagado de manera fraccionada.
Si bien la familia de Katia dudo al principio, pues ella ya tenía otros emprendimientos que no habían salido muy bien, esta vez decidieron apoyarla. Es importante contar con los familiares, porque ellos te dan un empujón comentan en consenso las dos. Ya con el molino lograron al final de los parciales y para navidad hacer 150 tabletas de choco taza, que vendieron rápidamente y les permitió pagar una primera parte del molino.
Vender chocolate al 50% de cacao, hace que sea más caro el producto, sin embargo, no tiene competencia en las presentaciones que estamos ofreciendo, si bien ya lo hemos validado y sabemos bien que nuestro público objetivo son personas que cuidan su salud, al inicio nos decían que era muy amargo y caro que casi nos desanima, lo bueno es que tenemos familiares que si los vendían a sus compañeros de trabajo, incluso la hermana de Katia que es enfermera le dijo que tenía muchos beneficios a la salud desde el magnesio que relaja el cerebro hasta la mejora en la producción de leche para las madres lactantes. Ellos validaron el producto, por ello ahora vamos a invertir más ya que nos falta muy poco para terminar la carrera y le daremos de lleno el tiempo a nuestro producto estrella que es la chocotaza, sobre todo en navidad.
El centro de emprendimiento nos ayudado mucho ya que nos explicaban cada paso que debíamos dar, también nos levantaban el ánimo cuando nos sentíamos frustradas, ya que hicimos todo nosotras mismas desde el primer empaque que fue artesanal, hoy ya nos contactaron con diseñadores que le han dado un diseño muy especial y que refleja bien el valor que tiene, también a plazos pues esta semana ya tenemos varios lotes de venta para el producto y con el empaque sabemos que se venderá mucho mejor.
Nuestro consejo a los emprendedores es que consigan amigos que sumen en su vida y que les permitan hacer planes a futuro, ya que solos es muy difícil. En equipo si alguno cae, el otro puede sujetarlo y volver a intentarlo es una bendición.