Gestiona tu energía, no tu tiempo
» La procrastinación es como una tarjeta de crédito: es muy divertido hasta que recibes la factura «
Christopher Parker
Por Sergio Mercado Rodríguez
Psicólogo
Diversos estudios muestran que la procrastinación es un hábito desadaptativo e insano que afecta a muchas personas, especialmente a jóvenes menores de 25 años (1).
¿Qué es la procrastinación?
Usualmente, la procrastinación es considerada como el hábito de posponer o retrasar la finalización de tareas que requieren ser completadas. Un hábito que puede afectar diferentes ámbitos de la vida, incluyendo el académico, el laboral y el personal (2).
Sin embargo, la procrastinación es mucho más que simplemente retrasar una tarea, o gestionar el tiempo sin eficiencia, la procrastinación también implica aspectos cognitivos, emocionales y conductuales.
La procrastinación es un comportamiento desadaptativo caracterizado por un estilo de afrontamiento evitativo que decanta en la dilación, suspensión, postergación u “olvido” de las actividades que pueden ser percibidas como desagradables o que ponen en evidencia las limitaciones de una persona para llevarlas a cabo con éxito (3).
¿Por qué procrastinamos?
La procrastinación es un fenómeno complejo, por lo mismo sus causas también son multifactoriales. Actualmente, existe evidencia científica de que la procrastinación está vinculada a un nivel muy bajo de escrupulosidad y al déficit en la capacidad para autorregularse (4), lo que conlleva a tener problemas para controlar la distracción, la impulsividad o el deseo de conseguirlo todo con inmediatez. Otros factores que explican a las causas de la procrastinación están vinculados a la baja autoestima, la baja autoeficacia, la desmotivación y a una tendencia elevada hacia el perfeccionismo.
La procrastinación es mucho más que no saber gestionar el tiempo, se trata, más bien, de un problema de regulación emocional que implica un estilo de afrontamiento de tipo evitativo.
También está relacionada a las “bajas expectativas de logro, el miedo al fracaso, un bajo autoconcepto académico, una tarea percibida como aversiva y sin consecuencias positivas a corto plazo, la falta de perseverancia, una baja orientación temporal hacia el futuro, la percepción de una supuesta reducción de estados aversivos y ansiosos gracias a la evitación y/o demora de la tarea” (5).
Queda claro, entonces, que la procrastinación es mucho más que no saber gestionar el tiempo, se trata, más bien, de un problema de regulación emocional que implica un estilo de afrontamiento de tipo evitativo que hace que los procrastinadores pospongan las actividades percibidas como desagradables o que ponen en evidencia sus limitaciones. Así, al evitar llevar a cabo la actividad, también evitan un probable fracaso (6).
¿Cuáles son las consecuencias de la procrastinación?
Procrastinar puede tener consecuencias negativas en muchas áreas de la vida. En términos de productividad, puede reducir la calidad del trabajo y la eficiencia con la que es realizado. Además, la procrastinación puede afectar la salud psicológica y el bienestar integral de las personas. El estrés y la ansiedad pueden aumentar a medida que se acerca el plazo de finalización de la tarea y, en algunos casos, pueden surgir problemas en la autoestima o en la autoconfianza.
¿Cómo afrontar la procrastinación?
Existen muchas formas de abordar el tema de la procrastinación, cada una de ellas con sus peculiaridades y con resultados muy variados.
Una de las que ha demostrado mayor efectividad en los últimos años es la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés), se trata de una forma de terapia cognitivo-conductual que se enfoca en ayudar a las personas a aceptar sus pensamientos y emociones en lugar de tratar de controlarlos.
En el caso de la procrastinación, la ACT puede ayudar a las personas a aceptar que tienen pensamientos y emociones negativas relacionadas con la tarea que deben realizar, en lugar de tratar de evitarlas o suprimirlas.
La ACT también puede ayudar a las personas a comprometerse con sus valores y objetivos a largo plazo, lo que puede motivarlas a tomar medidas para superar la procrastinación. Existe mucha evidencia científica sobre la efectividad de esta línea psicoterapéutica para tratar problemas de salud psicológica, como la ansiedad y la depresión, que a menudo están relacionados con la procrastinación.
En conclusión, la procrastinación es un hábito complejo que puede tener muchos factores implicados como la impulsividad, la mala gestión del tiempo, la falta de autocontrol en cual la distracción nos aleja de nuestros objetos y, en ocasiones, nos deja sumidos en una lucha interna entre el deseo y el deber. Este autosabotaje nos puede provocar grandes dosis de sufrimiento. Es un fenómeno que afecta a muchas personas en diferentes ambientes de la vida, es importante tomar medidas para prevenirla o superarla para alcanzar un mejor rendimiento y para gozar de bienestar personal.
[1] Procil, D. (2020). Factores asociados a la procrastinación académica en estudiantes universitarios. [Tesis para optar el grado de Bachiller en Psicología, Universidad Continental]. Repositorio Institucional Continental. https://repositorio.continental.edu.pe/handle/20.500.12394/9599. P. 5
[2] Estremadoiro, B. y Schulmeyer, M. (2022). Procrastinación académica en estudiantes universitarios. Aportes, 1(30), 52. https://ojs.upsa.edu.bo/index.php/aportes/article/view/17
[3] López, A., Toca, L., Gonzales, J., Matías, B. y Alonso, M. (2020). Reducción de la procrastinación académica mediante la Terapia de Aceptación y Compromiso: un estudio piloto. Clínica Contemporánea, 11(1). https://www.revistaclinicacontemporanea.org/art/cc2020a3
[4] Lien, M., Barsics, C., Montisci, T. y Rochat, L. (2022). Hacia un enfoque dimensional, multifactorial e integrador de la procrastinación en la vida cotidiana: una ilustración a través de entrevistas. https://psychologicabelgica.com/articles/10.5334/pb.1115
[5] Íbid., López, A., Toca, L., Gonzales, J., Matías, B. y Alonso, M.
[6] Íbid