Por Javier Gutiérrez
Facilitador y Coach
¿Qué es la filosofía Samurái?
La filosofía Samurái es una forma de vida que hace alusión a los guerreros japoneses del siglo XV, ellos practicaban una serie de valores que orientaban su vida familiar, social e, incluso, durante las batallas.
¿Es posible alcanzar la excelencia?
La excelencia es algo que está en la mente, algo que cada uno va desarrollando paulatinamente día tras día y conduciéndose según los propios principios y valores. Un samurái era una persona disciplinada y persistente que progresivamente iba perfeccionándose en el arte de la guerra. Como ellos, las demás personas también somos guerreros porque diariamente enfrentamos batallas, y el cómo podríamos enfrentar esas batallas depende de uno mismo y no de los demás.
¿Cómo podríamos alcanzar elevados estándares de calidad personal?
Los estándares de calidad varían de acuerdo con las aspiraciones de cada persona. Los samuráis, por estar constantemente entre la vida y la muerte, debían aprender a alcanzar sus objetivos en la primera oportunidad que tuvieran, ya que, muchas veces, no había más oportunidades.
¿Para alcanzar la excelencia, importa más el objetivo o el proceso?
Si no tienes un objetivo, no interesa el proceso. El enfoque con el que una persona se levanta cada mañana y con el que realiza sus actividades es lo que lo conduce al éxito o los altos estándares de calidad. El siguiente paso es saber elegir el mejor camino para llevar a la acción ese pensamiento. Entonces, lo primero es identificar el objetivo o la meta, después escoger el enfoque y, finalmente, implementar el proceso.
¿Qué es la orientación al logro?
La orientación al logro es consecuencia de la persistencia, la disciplina y el hambre de querer conseguir o alcanzar lo que uno se propone. Entonces, el éxito depende de las aspiraciones que posea cada persona, hay quienes aspiran a mucho y también quienes aspiran a poco. Cada uno plantea sus propias metas y da los pasos necesarios para acercarse a ellas, lo importante es siempre dar, sin miedo, un paso hacia adelante, incluso, en medio de los múltiples factores limitantes.
¿Qué podríamos hacer para dar esos pasos hacia arriba y hacia adelante?
Considerando que cada persona es un mundo en sí mismo el primer paso a dar es convencerse a uno mismo de que avanzar y alcanzar la meta es posible. La filosofía samurái señala que la primera batalla que una persona libra está en su mente y, si logra ganarla, habrá avanzado gran parte del camino. Este paso está relacionado con la capacidad para incrementar la seguridad, la autoconfianza y el autoconocimiento.
¿Es posible reprogramar una mentalidad poco optimista?
No hay duda de que sería estupendo poder hacer, en el ser humano, una suerte de “delete” o “resete” y borrar todo lo que no es favorable para la consecución de sus objetivos, sin embargo, la mayoría de las personas cargamos con un equipaje muy pesado, en contraste, el samurái que vive el día a día, no lleva equipaje y tan solo lleva consigo su katana bien afilada. Esto es algo que podrían aprender, metafóricamente, todas las personas: afilar la katana y soltar las pesadas cargas, de ese modo, podrán moverse con mayor agilidad en medio de un mundo tan cambiante.
¿Qué podemos hacer cuando se presentan creencias limitantes?
Lo que tenemos que hacer es cuestionarlas y, de ese modo, podremos conseguir nuevas y más eficientes maneras de realizar nuestras múltiples tareas. Es muy importante aprender a obrar diferente y también convencernos de que siempre hay más de una manera de realizar nuestras actividades.
¿Es posible aplicar la filosofía samurái a la vida cotidiana?
La filosofía de vida del samurái se funda en los valores contenidos en el Código Bushido, con él el guerrero aprende a vivir con integridad, respeto, lealtad honestidad. Se trata de valores que hoy en día siguen siendo muy importantes para poder regir la vida diaria de los seres humanos. Los guerreros samurái siempre fueron conscientes de que todo lo que se siembra, se cosecha.
Ten presente que en tu vida librarás muchas batallas y tienes que estar preparado académica, física y mentalmente para alcanzar tu éxito personal y profesional. Nada llega sin esfuerzo, sin sacrificio, sin disciplina y sin persistencia.