Autora de la pintura: Flora Meneses. (23 de enero del 2023). Los peruanos somos todas las sangres. https://www.facebook.com/photo.php?fbid=718502613201669&set=pb.100051258103203.-2207520000.&type=3
Conmemoración del Día Internacional de la Mujer
“Entre los males del hombre de hoy se destaca el sistemático aumento de la violencia como método privilegiado para la solución de los problemas”(1)
Giovanni Reale
Por Sergio Mercado Rodríguez
Psicólogo
Hoy conmemoramos el Día Internacional de la Mujer y, en el Perú, recibimos esta fecha en un contexto sociopolítico en el que hace varias semanas(2) dos mujeres se encontraron detrás de las puertas de la Universidad más antigua del continente más desigual del planeta tierra(3), puertas que fueron derribadas violentamente por un número desproporcionado de los llamados “agentes del orden”.
Ambas mujeres tienen una historia personal muy particular, ambas poseen motivaciones, temores, recuerdos e ilusiones; sin embargo, ese “encuentro” no acerca a dos personas que comparten el mismo género, un género que a lo largo de la historia ha luchado por conseguir la reivindicación de sus derechos; ese “encuentro” las distancia y yergue entre ellas un muro de autoritarismo liberticida y de abuso de poder, de injusticia e inequidad.
En ese “encuentro” una de las mujeres ejerce -con desproporción e irracionalidad- lo que el filósofo francés Michel Foucault denominó poder soberano, ese en el que el mismo exceso de las violencias infligidas es uno de los elementos de su gloria”(4); ese poder en el que la sometida es obligada a formar parte de una suerte de ceremonial litúrgico en el que es tratada como culpable sin haber sido juzgada y en el que es orillada a gritar y a gemir; ese poder al servicio de los “conspiradores del silencio”(5) que, al parecer, han olvidado que el suplicio no reconcilia(6) y que “la violencia desesperada de los hombres oprimidos no se reprime con leyes parciales, con armas ni con la prepotencia(7).
La mujer que permanece privada de su libertad, yace arrojada en el ardiente suelo y también es forzada a permanecer en silencio porque las palabras y las acciones de la otra mujer pretenden convencerla de que “ante la justicia del soberano, todas las voces deben callar”(8). Allí, de bruces en el asfalto, junto a ella, yace también la debilitada epidermis física, emocional y social de millones de mujeres que resisten y se esfuerzan por legitimar sus demandas y por hacer visible su lucha.
En medio de este entorno confrontacional y ansiógeno vale la pena recordar que, en ningún caso y desde ninguna dirección, la agresión es el camino para el “encuentro” de aquellas dos mujeres. Cada una de ellas posee un propósito y se esfuerza por defender sus convicciones, sin embargo, ambas deben mantenerse plenamente conscientes de lo señalado por el gran mártir latinoamericano Óscar Romero, que únicamente “la violencia del amor”(9) -que permite superar los egoísmos y eliminar las desigualdades- es el camino para provocar un genuino “encuentro” sororal y reconciliador porque “la violencia del amor no es la violencia de la espada ni del odio”(10).
Queda claro, entonces, que el ejercicio violento del poder soberano no promueve un “encuentro” sororal pacífico ya que, como lo enseñó testimonialmente el mártir salvadoreño, “la paz no es producto del terror ni del miedo. La paz no es el silencio de los cementerios. La paz no es producto de una violencia y de una represión que calla. La paz es la aportación generosa, tranquila, de todos para el bien de todos. La paz es dinamismo. La paz es generosidad, es derecho y es deber”(11).
La tarea es ardua y nos corresponde a todos y a todas provocar las oportunidades para generar más “encuentros” auténticamente sororales, libres de violencia, donde la ofensa no nos intoxique y donde todos y todas podamos respirar en un ambiente social más humano y menos lacrimógeno, donde la igualdad deje de ser una utopía y donde las libertades no sean la prerrogativa de unos cuantos privilegiados que, a veces, son los mismos gestores de los encuentros que des-encuentran.
“El progreso no es cuestión de aprender a callarse, sino de aprender a hablarse mejor”(12)
Caroline Fourest
[1] Reale, G. (1996). La sabiduría antigua. Herder. P. 111.
[2] El 21 de enero de 2023, un numeroso contingente de la Policía Nacional del Perú ingresó a las instalaciones de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Cfr. Redacción RPP, (2023, 21 de enero). La Policía ingresa a San Marcos para desalojar a manifestantes alojados en la Universidad. RPP Noticias. https://rpp.pe/lima/actualidad/unmsm-policia-ingresa-para-desalojar-a-manifestantes-alojados-en-la-universidad-noticia-1461505?ref=rpp
[3] “Pese a las mejoras registradas durante los últimos años, América Latina sigue siendo, de acuerdo con los indicadores, la región más desigual del mundo. Esto ha dado lugar a la llamada «paradoja latinoamericana», caracterizada por la convergencia tenaz entre democracia y desigualdad”. Cfr. Burchardt, H. (2012). ¿Por qué América Latina es tan desigual? Tentativas de explicación desde una perspectiva inusual. https://nuso.org/articulo/por-que-america-latina-es-tan-desigual-tentativas-de-explicacion-desde-una-perspectiva-inusual/#:~:text=Pese%20a%20las%20mejoras%20registradas,tenaz%20entre%20democracia%20y%20desigualdad
[4] C.f. Foucault, M. (1975). Vigilar y castigar. https://www.ivanillich.org.mx/Foucault-Castigar.pdf. P.34.
[5] Frase acuñada por Marylin Maeso en Les Conspirateurs du silence. C.f. Fourest, C. (2021). Generación ofendida: De la policía cultural a la policía del pensamiento. Península. P. 15.
[6] C.f. Ibid., p. 33.
[7] Romero, O. (2004). La violencia del amor. https://www.servicioskoinonia.org/biblioteca/pastoral/RomeroBrockmanViolenciaDelAmor.pdf. P. 37.
[8] Foucault, M. Op.cit. P. 35.
[9] C.f. Romero, O. Op.cit. P. 12.
[10] Ibid.
[11] Ibid., p. 28.
[12] Fourest, C. Op.cit. P. 150.