Mi entorno es el reflejo de lo que yo soy.
Por Juan Camilo Arroyave Forero
Facilitador / Consultor
A lo largo de la vida las personas nos enfrentamos a una serie de desafíos, algunos de ellos son el resultado de algo que intencionalmente hemos gestado y otros, tan solo llegan a nuestra vida (aunque, de algún modo, de manera inconsciente también los hemos provocado). Frente a estas situaciones, cada persona tiene la oportunidad de decidir cómo quiere vivir la vida, si huyendo de todo aquello que no le gusta o asumiendo cada desafío como una experiencia de aprendizaje que sin duda lo puede conducir a ser una mejor persona; de esta manera podrá encontrar la forma de relacionarse más íntimamente consigo mismo, y paso seguido, poderse relacionar mejor con los demás y con todo cuanto le rodea, capacidad que le permitirá alcanzar cualquier objetivo que se proponga y traerá grandes réditos para este gran viaje que llamamos vida.
Una de las maneras más efectivas para alcanzar esta capacidad de relacionamiento es a través del juego, ya que, entre tantos beneficios, permite potenciar los valores de una persona y descubrir aspectos valiosos de su personalidad, entre otros factores, según las mecánicas y dinámicas implícitas en el juego. Por lo anterior, Desafío Viajero nace como una herramienta para aprender jugando, que sirve para divertirse, enseñar y formar a partir de un objetivo o necesidad de aprendizaje puntual, además, con la particularidad que de manera transversal aporta al desarrollo personal. Esta herramienta tiene como fundamento metodológico tres aspectos claves: En primer lugar, la metáfora como herramienta para generar conversaciones significativas, en segundo lugar el aprendizaje experiencial y finalmente el aprendizaje basado en juegos.
A partir de la metáfora de que “La Vida es un Gran Viaje”, cada persona puede hacer conciencia de que solo estamos de paso por esta tierra y además, identificar situaciones que lo convierten en alguien único e irrepetible, alguien capaz de reconocer que muchas veces limita su propio crecimiento personal porque está demasiado pendiente de lo que sucede fuera de sí mismo y pierde la conciencia de que para su desarrollo personal es mucho más importante que aprenda a ver hacia su interior, aboliendo el deseo de competir con los demás y afirmando el deseo de mejorarse a sí mismo.
El desarrollo personal es un proceso permanente que nunca termina, está orientado a la transformación del ser y cuando se alcanza un elevado nivel es posible fluir e influir positivamente en el entorno para aportar al desarrollo social.
No existe una receta mágica para el desarrollo personal, cada persona debe vivir su propio proceso y descubrir en cada desafío la manera se superarse a sí mismo, cada persona es el protagonista del juego de su vida, nadie podrá aprender por nadie, cada uno es el héroe de su propio viaje, de un viaje que se emprende hacia el interior de sí mismo para seguir descubriendo un gran potencial y muchas oportunidades de crecimiento.