Por Leo Bajer
Facilitador y Coach
¿Qué son las creencias limitantes?
Así como tenemos creencias potenciadoras, las personas también tenemos creencias que nos limitan y, muchas de ellas, no nos pertenecen, son creencias de la crianza, adquiridas en nuestra infancia e instaladas por las personas que nos formaron y que, a su vez, también lo recibieron de sus cuidadores.
La buena noticia es que estas creencias limitantes no, necesariamente, condicionan nuestra vida. Con mucho trabajo y con el apoyo adecuado, es posible superarlas. Este proceso implica aprender a reconocerlas y registrarlas como creencias limitantes que no nos pertenecen porque nos las enseñaron y nosotros las aprendimos.
Algo que siempre podemos considerar es que podemos trabajar sobre nuestras creencias limitantes desde nuestro momento presente, desde lo que tenemos, asumiendo la mirada del observador que hoy somos y con lo que ahora poseemos; como nosotros creemos que es, no como es. De ese modo, nuestro observador asumirá una mirada del momento presente, una mirada diferente a la de los demás.
¿Son peligrosas las creencias limitantes?
Las creencias limitantes son peligrosas si dejamos que sean peligrosas. Afortunadamente, somos personas en devenir y vamos cambiando constantemente; somos seres capaces de generar nuestros propios cambios a partir de la eliminación de las creencias limitantes y convenciéndonos de que los cambios están en uno mismo.
¿Qué recomendaciones podríamos seguir para eliminar las creencias limitantes?
Desde mi experiencia, considero que es importante identificar, gestionar y trabajar muy duro para eliminar nuestras generalizaciones, es decir eso que decimos cuando utilizamos palabras como “todos”, “nadie», “nunca”, “siempre”, “ninguno”, etc. No es una tarea fácil y requiere de tiempo, sin embargo, es un trabajo que genera cambios positivos en la vida de las personas.