Por Alfonso López Bohorquez
Facilitador y Coach
El liderazgo relacional está vinculado a la forma cómo los líderes pueden comunicarse de manera más asertiva con las personas que tienen a su cargo puesto que, muchas veces, buscan que los demás se comuniquen con ellos de la manera que a ellos le gusta, olvidándose que las otras personas son diferentes y que cada uno posee su propio estilo de comunicación. Esto exige, al líder, comunicar su mensaje de la manera en la que los demás puedan comprenderlo, no del modo en el que él lo entiende.
Un aspecto muy importante para hacer realidad esta comunicación asertiva, es poder identificar cuál es su estilo de comunicación. Hay quienes practican un estilo en el que les gusta que los demás sean muy directos con él, que vayan directo al punto y sin darle muchas vueltas al asunto; sin embargo, en un equipo de trabajo no todas las personas suelen tener esas características.
Entonces, para ejercer un auténtico liderazgo relacional, un líder debe ser capaz de navegar por las aguas de cuatro estilos de comunicación: el estilo determinante, que es muy ágil para tomar decisiones, es directo y asertivo; el estilo relacional, que es muy social, empático, influyente y se muestra muy cercano a las personas; el estilo sereno que promueve el trabajo en equipo, valora mucho la lealtad, le gusta la calma y que prefiere que los cambios sucedan sin prisa; y, finalmente, está el estilo analítico, que examina detenidamente la información y que interpreta muy bien los datos.
Para que un líder adquiera la habilidad de combinar pertinente y convenientemente estos cuatro estilos de comunicación en su liderazgo requiere, en primer lugar, que el líder posea un elevado nivel de autoconocimiento que le permita identificar su estilo de comunicación y liderazgo predominante. El siguiente paso es que sea capaz de conocer las características individuales del equipo de trabajo primario y más cercano; este segundo paso, podrá conseguirlo a través de la conversación y del relacionamiento asertivo que le permitirán comprender el comportamiento, la comunicación verbal y no verbal, las motivaciones y las preferencias de sus colaboradores.
El liderazgo relacional permite humanizar al líder, porque hace posible el encuentro de seres humanos que comprenden que las relaciones son importantes para crecer como personas y comprender a los demás. Somos seres relacionales por naturaleza y si alguien desea convertirse en líder de una organización debe adquirir la capacidad de relacionarse asertivamente con los demás.