Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud 1.400 millones de personas presentan obesidad o sobrepeso a causa de la mala alimentación, frente a 800 millones de personas que se encuentran en situación de hambruna.
El ritmo de vida actual con jornadas laborales interminables, cambios de agenda de última hora, viajes de negocios, y obligaciones sociales, nos han impulsado a abandonar los hábitos alimentarios anteriores y a recurrir a las comidas rápidas, precocinadas, y a un excesivo consumo de alimentos procesados. Esto se traduce en efectos no deseados sobre nuestra salud.